Se trata de un servicio mediante el cual el usuario puede almacenar el excedente de energía producido y acumularlo de manera que nada se desperdicie. En la práctica, supone aprovechar el 95% de la energía fotovoltaica sin límites de ningún tipo. Gracias a eso, el importe de la factura se puede llegar a reducir, es más, si sigue quedando energía para contabilizar esta se acumulará para el mes siguiente.

 

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